viernes, 27 de noviembre de 2009

Contramano.



Somos esclavos de un reloj que señala las horas con desprecio, que por cada segundo que su pequeña aguja olvida en un ayer amargo e inútil, empapa a un jazmín con una lánguida tonalidad de negrura. Y la negrura es sombra, y el jazmín, solo polvo. Pendientes del tiempo con una mirada dormida, pendientes de soñar contra el tiempo, de ganar una carrera que estamos condenados a perder. Tiempo, tiempo y más tiempo... y no es el hecho de que esté soleado, ventoso o con tormenta... sino del cuanto dure cada uno de esos estados. De cuanto dure las nubes y toda la luz grisáceo que se desprende de esos pequeños estereotipos de algodón, o ése sol pleno que incendia a llamaradas las oscuridades mas profundas. El tema es cuanto dure... una vida acobardada o una vida que nunca le perteneció al ser humano. ¿Cómo se pueden encontrar las piezas de un rompecabezas que nunca ha existido, pero que sin embargo, se debe armar? El tiempo esta malhumorado.
Creo ser yo el que está malhumorado, porque me enteré que los acentos ya no se deben escribir, porque me enteré que no sé expresarme bien, porque mi voz no suena en el tiempo ni espacio apropiado. Estoy malhumorado de pensar que todo me sale mal, estoy atestado de mi. Sin embargo, estoy convencido de que no tengo la culpa. La culpa de todo la tienen mis padres, soy producto de sus genes, soy el resultado de una teoría que a la iglesia le importa muy poco. Soy un error, y no uno de alguna noche de borrachera, soy un cálculo mal expresado. Soy un universo sin espacio, o una noche sin estrellas para compararme con algo común y poco ingenioso. Y la noche esta nublada, y mañana es viernes, y la noche va a seguir sin estrellas porque ha empezado a llover cuando nacía la luna llena. Y la luna es un mito, ya no es la luna sino una luna, una cualquiera que no es ni satélite, ni brillante, ni hermosa y mucho menos lóbrega. Y el sol no existe sin la luna... solamente queda una luna que es pérfida y a la vez fiel, pero nunca sabré a quien. Pero todo esto no es mi culpa, prefiero creer que no estoy errado, prefiero creer que soy políglota y hablar sin voz y sin vos, sin tu ayuda, porque he aprendido a pulir mis suspiros. Algunos llenos de desconsuelo... y otros pocos de alivio. Y percibo un ruido que aturde que exaspera y que enviolenta (aunque no sé si exista ese verbo, ese ruido lo ha creado de un momento para el otro)... un ruido que ha encontrado el espacio y el tiempo y que nuevamente me ha desplazado. El problema es mi voz... el problema es mi entorno ... el problema sos vos... el problema es la existencia... la existencia es el problema ... la existencia es problemática... la problemática es la existencia... el problema es el verbo ser y la denotación de existencia.
Y que dirías si te confieso que nací cuando tenía 70 años y empecé a crecer restando mis años. Qué dirías si te dijese que nací en el 2058 y que de alguna u otra forma sé todo lo que va a suceder, lo que va a sucederme... en realidad lo que ha sucedido. Es locura, es desquicio, es una realidad que no pretendo que te la apropies. He nacido en el 2058 en un tiempo y espacio inapropiado, solo ves y tocas mi plasma, solo escuchas el sonido que ha quedado en el tiempo en forma de eco. Escuchas una voz que no me pertenece, te ríes junto con los restos de mi sonrisa, te abrigas con el calor de un cuerpo secuestrado por la inercia. Mi reflejo es la inercia... la inercia es mi reflejo... mi reflexión es inercia... la inercia es reflexión... y tus sentidos son mentirosos.
Entonces aclararé que no estoy contigo, que lo que se encuentra contigo es mi reflejo apresado por la inercia. Y lo que se ríe contigo son tan solo los restos de mi sonrisa. Y lo que compartes conmigo son las mentiras de tus sentidos. Y tus secretos están dispersados en el tiempo, son llantos o chillidos o alaridos o susurros o una voz suave o gruesa o el secreto más siniestro que alguna vez me hayas confesado. Tus secretos dispersados por la ciudad, debajo de alguna alfombra o sobre alguna mesa al lado de un mate amargo o debajo de algún árbol o del algún puente o arriba de un techo... y son tus secretos y no los míos. Esos errabundos que se vuelan con el viento, y que desalojan las hojas de algún árbol moribundo ... todo esto para decir que se perdieron con el viento.
Y provengo de un futuro o de un pasado exacto, viajo hacia tu pasado que es mi futuro. Y te puedo asegurar que desde que nací comencé a morir. Que desde que nací comencé a dudar hacia donde iba. Primero mi piel fueron arrugas, y mis manos marcadas con sus venas verdes botella, y mis ojos resignados de cansancio, sin pelo y sin raciocinio... y después todo fue cambiando. Como cuando un nene da sus primeros pasas... y luego le crece el pelo y los dientes y comienza a hablar, y a leer... y lo mío fue completamente al revez. Primero comencé olvidando, luego recordando, mas tarde las arrugas comenzaron a aplanarse, y la vista se hizo más nítida. Y el intelecto comenzó a desvanecerse, de a poco, hasta que llegó nuevamente el cabello y las ganas de vivir. Hasta llegar a vos, en un viaje en contramano. Y cuando llegue el momento de morir, primero dejaré de leer, después de hablar y los dientes en vez de caerse, los absorberán mis encías nuevamente y el pelo se esconderá otra vez en mi cabeza... y en vez de dar mis primeros pasos, daré solo los últimos, hasta caerme de traste al suelo y volver a balbucear... y a morir.
Y desde mi lápiz ya no gotea ningún verso que consuele una lágrima que cae desde ese cielo con luna llena. Las nubes murmuran que está por amanecer... murmuran que no hay consuelo en el olvido, que un sol siniestro desgarrará una luna llena. Y el cielo nocturno de hoy es el más crudo y tétrico que esa luna pudo abrazar, y ese cielo nocturno es un cielo nocturno distinto al de ayer y al de mañana. Ese sol desvelará la mentira más bonita ... hará sombra una verdad grotesca... Me da la sensación de no tener cielo... de estar en un útero.

3 comentarios:

  1. Ay Juan...
    ¿Por qué serás tan profundo? ¿Tan enigma? ¿Tan peligrosamente especial? ¿Tan humano?
    Yo creo que ya había leído esto. Y me parece hermoso... ¿Te lo había dicho?
    Narrar sana. Vos dale, seguí, porque no soy solo yo el que te escucha.
    Te mando un beso amigo! Gracias por dejarme ser narrado, cada ve que lo necesito.

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  2. Wow! valió la pena, valió la pena... vencí al subconciente... :P
    Me hiciste acordar a Benjamin Button ja, pero mucho más allá de cualquier peli verga.
    Me hiciste acordar a otras tantas cosas... y si las recuerdo es porque estuvieron ahí, quedaron clavadas, y muchas veces cuestionadas... y supongo que seguirán quedando de esa manera...
    Prefiero creer por algunos rincones eso de "son solo un montón de palabras.. nada más", pero otros tantos los tomo literal, me los llevo prestados... (supongo que de eso se trata, de poder ELEGIR)
    Un abrazo.

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  3. Me gustaria que te pases por el blog. No por lo que escribi que es muy real, sino por el link.

    Miralo si podes, amo la literatura pero mas amo la libertad.

    Q estes bien.


    ...

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