viernes, 10 de julio de 2009

"Una boca que susurra bocanadas de arañas y grillos y que vomita conejos de colores y que succiona óxido del aire y escupe memorias bipolares"



Víveme, torniquete chorreante, en un amanecer plagado de marchitas carencias existenciales porque he fingido.
He fingido el tacto, labios aterciopelados, su perfección geográfica accidental, mi anhelo más codiciado.
He fingido amar, susurrantes palabras de canciones de cuna, sobreviviendo a la ternura, temiéndole al ser amado.
He sangrado, fingiendo placer y dolor. Recordando cada puñal, cada penitencia, a mi propio ser asumido en defecto.
He fingido morir, degustando la mentira que nadie quiere percibir, saboreando las lágrimas teñidas de vergüenza, gozando mi última tormenta.
He fingido escribir, sombríos corazones torturados, desangrándose en carmesíes llantos, encadenados al suicidio rodante.
Simplemente he fingido fingir.