jueves, 24 de junio de 2010

Loco encuentro loco todo.

Maldito Junio cruel, quimera de la vida. A vos. Al encuentro, no del diálogo sino de la charla, de la amistosa, del espejo con devoluciones amorfas. Esa. Esa que se ahoga en la oscuridad del bostezo, esa que se acomoda en el espacio del silencio. Al encuentro, al impacto de la palabra, a eso me refiero. Me refiero a una loca que me dijo que a su papá le dijeron que le habían dicho, que le habían dicho cantando... eso. A eso me refiero, a Junio, a la loca, a la charla. A la música de los sintagmas, al puente de las almas en recreo, al escape del alma en un cuerpo represivo. Simplemente a eso.
Hoy la loca me desarmó a sabiendas que yo era una sola pieza. Me leyó en adjetivos. Hoy me vi todas las caras, me encontré a oscuras. Hoy la loca hizo magia, hoy me regaló la opera de su vida. La opera de su vida y como si fuera poco sus oídos. Me regaló su voz, me hizo dibujar en el aire, bailar a la rayuela, perderme en el infinito del punto, en el ensueño de un muerto. Hoy me di cuenta que el olvido es un recuerdo encaprichado en el tiempo. Hoy me hice saberte loca toda, me obligué a oírte muda en gutural. Hoy te vi en cíclope loca toda, loca completa.
Hoy, loco todo, pude vivir más de 3 horas. Salud al encuentro. Salud a la loca.