miércoles, 3 de noviembre de 2010

"Frente al café nocturno"

Asco. Repulsión. Qué cosa tan desagradable eso de buscar su media naranja. ¿Acaso no podemos ser media manzana, medio melón o media sandía? Qué pesismismo ese de pensarnos incompletos. El incompleto es ese que es tuerto, manco, cojo o el que se arrancó las orejas de tanto escuchar optimismos.
Acá, en un café. Llueve. Dos cafés infieles, descafeinados. Gotas... las de agua... las de café escurriéndose entre tus labios. Te miro con ojos de verdugo. Tu mano sosteniendo tu cabeza casi decapitada, y me pregunto cuantas veces habrás descuartizado girasoles preguntándote si te amaba o no te amaba. Me levanto. Te imagino decapitada completa y salgo afuera. Me siento completo, con la luna riéndose de mí porque sabe que ya llega su amante. Pobre ingenua, no sabe que es igual a mí. De día, el que reirá seré yo.

2 comentarios:

  1. el que se arranco las orejas de tanto escuchar optimismos...

    medias?te regalo soketes si keres, verdes con rayas naranjas, q no son medias naranjas, ni medios limones ni medios de comunicacion. Kerias comunicacion?ok. te bombardeo con sakitos de te usados, con granos de cafe q se mueren de ganas de tomarnos...


    este dia veras, se muere de ganas de vivirnos.



    te quiero como en la cancion.



    ...

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  2. Qué verdad...

    Más que medias naranjas... ¿Por qué no dos naranjas enteras, y tal vez machucadas, que ruedan por ahí más o menos juntas?

    Un abrazo juan...

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